4.
RECOLECCIÓN Y CUIDADOS POSTERIORES
Generalmente
el corte de las flores se lleva a cabo en distintos estadios, dependiendo de
la época de recolección. Así, en condiciones de alta luminosidad durante el
verano, la mayor parte de las variedades se cortan cuando los sépalos del
cáliz son reflejos y los pétalos aún no se han desplegado. Sin embargo, el
corte de las flores durante el invierno se realiza cuando están más
abiertas, aunque con los dos pétalos exteriores sin desplegarse. Si se cortan
demasiado inmaduras, las cabezas pueden marchitarse y la flor no se endurece,
ya que los vasos conductores del pedicelo aún no están suficientemente
lignificados.
Los
tallos cortados se van colocando en bandejas o cubos con solución nutritiva,
sacándolos del invernadero tan pronto como sea posible para evitar la
marchitez por transpiración de las hojas. Se sumergen en una solución
nutritiva caliente y se enfrían rápidamente. Antes de formar ramos es
colocar las flores en agua o en una solución nutritiva conteniendo 200 ppm de
sulfato de aluminio o ácido nítrico y azúcar al 1,5-2 %, en una cámara
frigorífica a 2-4 ºC. En el caso de utilizar sólo agua, debe cambiarse
diariamente.
Una
vez que las flores se sacan del almacén, se arrancan las hojas y espinas de
parte inferior del tallo. Posteriormente los tallos se clasifican según
longitudes, desechando aquellos curvados o deformados y las flores dañadas.
Finalmente se procede a la formación de ramos por decenas. que son enfundados
en un film plástico y se devuelven a su almacén para un enfriamiento
adicional antes de su empaquetado.
5.
PLAGAS, ENFERMEDADES Y FISIOPATÍAS
5.1. PLAGAS
La araña roja (Tetranychus urticae) es la plaga más grave en
cultivo de rosal ya que la infestación se produce muy rápidamente y puede
producir daños considerables antes de que se reconozca. Inicialmente las
plantas afectadas presentan un punteado o manchas finas blanco-amarillentas en
las hojas, posteriormente aparecen telarañas en el envés y finalmente se
produce la caída de las hojas. Su control puede llevarse a cabo con la suelta
de Phytoseiulus en los primeros estadios de infestación. Los
tratamientos con acaricidas como dicofol, propargita, etc, dan buenos
resultados.
El pulgón Macrosiphum rosae ataca a los vástagos jóvenes o a
las yemas florales, que posteriormente muestran manchas descoloridas hundidas
en los pétalos posteriores. Pueden emplearse para su control específico los
piretroides.
Los thrips se introducen en los botones florales cerrados y se
desarrollan entre los pétalos y en los ápices de los vástagos. Esto da
lugar a deformaciones en las flores que además muestran listas generalmente
de color blanco debido a daños en el tejido por la alimentación de los trips.
Para el control químico son convenientes las pulverizaciones, de forma que la
materia activa penetre en las yemas.
Las hojas se van curvando alrededor de las orugas de insectos enrolladores de
hojas, conforme se van alimentando. Son efectivos los tratamientos con acefato,
diazinon o resmetrina.
5.2. ENFERMEDADES
Mildiu velloso o tizón (Peronospora sparsa). Se desarrolla
favorablemente bajo condiciones de elevada humedad y temperatura, dando lugar
a la aparición de manchas irregulares de color marrón o púrpura sobre el
haz de las hojas pecíolos y tallos, en las zonas de crecimiento activo. En el
envés de las hojas pueden verse los cuerpos fructíferos del hongo,
apareciendo pequeñas áreas grisáceas. Para su control se han aplicado de
forma efectiva pulverizaciones con zineb, triforina y metalaxil. Este último
también puede aplicarse al suelo.
Mildiu polvoriento (Sphaerotheca pannosa). Es una de las
enfermedades más importantes que se desarrolla sobre flores, tallo y hojas
jóvenes, apareciendo el micelio de color blanco-grisáceo. Le favorecen las
condiciones ambientales cálidas y secas. Para prevenir esta enfermedad deben
regarse adecuadamente las plantas para que no sufran déficit hídrico y son
convenientes los tratamientos rutinarios con fungicidas tales como triadimefon,
triforina y otros antimildiu.
Roya (Phragmidium disciflorum). Se caracteriza por la aparición
de pústulas de color naranja en el envés de las hojas. Suele aparecer en
zonas donde se localiza la humedad, por lo que es conveniente controlar las
condiciones ambientales así como realizar pulverizaciones con triforina,
benadonil, zineb, etc.
Moho gris o botrytis (agente causal
Botrytis cinerea). Su
desarrollo se ve favorecido por las bajas temperaturas y elevada humedad
relativa, dando lugar a la aparición de un crecimiento fúngico gris sobre
cualquier zona de crecimiento, flores, etc. Asimismo hay que cuidar las
posibles heridas originadas en las operaciones de poda, ya que son fácilmente
conquistadas por el patógeno. Por tanto, para el control de la enfermedad
resultan de gran importancia las prácticas preventivas, manteniendo la
limpieza del invernadero, con la eliminación de plantas o partes enfermas y
realizando tratamientos con fungicidas a base de benomilo, zineb, etc.
Las agallas o tumores producidos por
Agrobacterium tumefaciens se
forman en el tallo hasta una altura de 50 cm sobre el suelo o en las raíces,
penetrando por las heridas cuando la planta se desarrolla sobre suelo
infectado. Por tanto, el suelo debe esterilizarse, preferentemente con vapor,
antes de la siembra.
5.3.
FISIOPATÍAS
La caída de las hojas puede tener su origen en diversas causas. Por un lado,
cualquier cambio brusco en el nivel de crecimiento puede determinar cierto
grado de defoliación, ya que el área de alrededor de los pecíolos se
expande rápidamente, aumentando el diámetro del tallo en ese punto, mientras
que la base de los pecíolos que no presentan tejido meristemático no puede
expandirse, causando la ruptura del tejido del pecíolo y, por consiguiente,
la caída de la hoja. Las enfermedades que dan lugar a la producción de
etileno también pueden causar la defoliación y el mismo efecto tiene
lugar en presencia de ases como el dióxido de azufre y el amoníaco.
También son frecuentes las fitotoxicidades causadas por herbicidas del tipo
de fenóxidos, que pueden producir síntomas severos de distorsión y
enroscamiento de hojas y tallos jóvenes.
A veces aparecen pétalos más
cortos de lo normal y en número excesivo, lo cual en algunos sitios se conoce
como "cabeza de toro". Se culpa a los trips de estos síntomas,
aunque es frecuente que estas flores aparezcan en ausencia de trips sobre
tallos muy vigorosos.
|
PÁGINA ANTERIOR |