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EL CULTIVO DE LA REMOLACHA AZUCARERA     (Apartados del 3. al 4.3.)

1.TAXONOMÍA Y MORFOLOGÍA.

            1.1.FACTORES QUE ACTÚAN SOBRE LA FORMACIÓN DEL AZÚCAR.

2.EXIGENCIAS DEL CULTIVO.

3.VARIEDADES.

            3.1.HISTORIA DE LA SELECCIÓN.

            3.2.TIPOS DE VARIEDADES.

4.ABONADO.

            4.1.ABONADO NITROGENADO Y ÉPOCA DE SU APLICACIÓN.

            4.2.ABONADOS FOSFÓRICO Y POTÁSICO.

            4.3.OLIGOELEMENTOS.

5.CLASES DE SEMILLA.

            5.1.SEMILLAS MONOGERMEN.

            5.2.SEMILLA CALIBRADA.

            5.3.SEMILLAS PÍLDORA.

6.RIEGOS.

7.PLAGAS DE LA REMOLACHA.

            7.1.CASSIDA VITTATA (CASSIDA).

            7.2.CHAETOCNEMA TIBIALIS (PULGUILLA DE LA REMOLACHA)

            7.3.PULGONES.

            7.4.GARDAMA (LAPHYGMA EXIGUA)

            7.5.PHYTOMETRA (PLUSIA) GAMMA.

            7.6.MOSCA DE LA REMOLACHA (PEGOMYA BETAE).

            7.7.CURCULIÓNIDOS QUE ATACAN A LA REMOLACHA.

            7.8.NEMATODOS.

            7.9.GUSANOS GRISES.

8.ENFERMEDADES DE LA REMOLACHA.

            8.1.CERCOSPORA (CERCOSPORA BETICOLA).

            8.2.MAL VINOSO (RHIZOCTONIA VIOLACEA).

            8.3.MAL DE ESCLEROCIO (SCLEROCIUM ROLFSII).

            8.4.AMARILLEO DE LA REMOLACHA.

            8.5.ENFERMEDAD DEL CORAZÓN.

            8.6.MILDIU DE LA REMOLACHA (PERONOSPORA SCHACHTII).

            8.7.OIDIO DE LA REMOLACHA (ERYSIPHE COMMUNIS).

       8.8.RIZOMANÍA

3.Variedades. 

Hemos dicho que, aunque la remolacha tiene flores hermafroditas, la planta es normalmente alógama. Al ser la mayor parte de los casos la fecundación cruzada, no existen verdaderas variedades, sino simples poblaciones de mayor o menor heterogeneidad. Aún sometiendo a la remolacha a una prolongada reproducción en consanguinidad, se queda bastante lejos de la línea pura. 

3.1.Historia de la selección. 

Las primeras remolachas cultivadas, hace ya siglo y medio, apenas tenían un 6% de azúcar. Para mejorar esta riqueza se comenzó a escoger las raíces mejor provistas de azúcar, atendiendo a su densidad, que eran las que se utilizaban para la producción de semillas. Esta selección masal se realizó durante un siglo.

En 1860, Luis Vilmorin siguió la descendencia de una misma remolacha, conservando las semillas de las remolachas mejor dotadas. A partir de 1900 fue ya utilizado ampliamente este método por los seleccionadores, que aislaron así familias. 

Algunos pensaron en utilizar la autofecundación, pero lo hicieron casi sin éxito, porque la autoesterilidad, ampliamente dominante, conducía a una producción de semillas casi nula. Por ello se recurrió al cruzamiento entre hermanos, que dieron familias relativamente homogéneas en sus caracteres, pero muy poco vigorosas por la consanguinidad. 

Se pensó entonces en cruzar entre sí familias para sacar partido del fenómeno de la heterosis, creyendo que el vigor híbrido sería claro, como se descubrió que lo era en el maíz. Sin embargo, no todos los cruzamientos entre familias producen híbridos de verdadero vigor. 

Las variedades comerciales son casi siempre poblaciones por el hecho de derivar, en la mayor parte, de una única Remolacha Blanca de Silesia.

3.2.Tipos de variedades. 

La selección ha conducido, prácticamente, a tres grandes tipos: 

Tipo E (del alemán Enstereich: rico en cosecha). Son plantas rústicas que dan un rendimiento en peso elevado, pero con riqueza media.  

Tipo Z (del alemán Zucherreich: rico en azúcar). Son plantas con menos hojas, que dan cosechas menores en peso, pero con raíces más ricas en azúcar. Su ciclo suele ser de menor duración. Son propias de suelos fértiles. 

Tipo N (del alemán Normalreich: medianamente rica). Tiene aptitudes intermedias entre los dos tipos anteriores, es decir, más producción que las del tipo Z en peso, y más riqueza en azúcar que las del tipo E. Su rusticidad también es intermedia entre los tipos E y Z.

En general, hay una relación inversa entre el rendimiento en peso y riqueza sacárica.

4.Abonado. 

En relación a la riqueza de la raíz, los fosfatos parecen aumentar la superficie foliar, sin disminuir la capacidad de transporte de los azúcares, puesto que refuerzan el desarrollo de las células de los vasos conductores. Al mismo tiempo, actúan favorablemente en la formación de ciertos compuestos orgánicos muy complejos, que intervienen en la síntesis de la sacarosa.

El exceso de N aumenta el desarrollo de la hoja, pero disminuye la capacidad de movilización de los azúcares hacia la raíz. 

La potasa aumenta la relación de peso de la raíz al peso de la hoja; contrarresta la acción del exceso de N y limita la formación de compuestos nitrogenados nocivos para la extracción del azúcar en el proceso industrial.

4.1.Abonado nitrogenado y época de su aplicación. 

Es un hecho conocido que las aplicaciones tardías de abonos nitrogenados retrasan la maduración y disminuyen la riqueza sacárica de la raíz. Naturalmente, que este efecto se ve reforzado cuando se trata de abonos amoniacales en lugar de los nítricos, ya que aquellos son de acción más lenta. 

En experiencias realizadas por el doctor ingeniero agrónomo Manuel de León, del Instituto Nacional de Investigación Agronómicas de Córdoba, utilizando en regadío de 90 a 200 unidades de N por ha llegó a las siguientes conclusiones:

La producción de raíz por ha fue prácticamente proporcional a la cantidad de N añadido.

Empleando 90 unidades de fondo obtuvo más riqueza polarimétrica y más kg totales de azúcar, empleando 40 unidades en el aclare y 20 unidades un mes después, que haciéndolo con 20 unidades en el aclare y 40 unidades un mes después. 

También con 90 unidades de fondo obtuvo más riqueza polarimétrica y más producción de azúcar abonando con 60 unidades en el aclare y 40 unidades un mes después, que haciéndolo al revés, es decir, empleando 40 unidades en el aclare y 60 un mes después. 

Por consiguiente, si se emplea abono de cobertera y se aplica en dos veces, hay que cuidar que la segunda aplicación sea la de menor cantidad.

Por cada 10 tm de remolacha, la extracción media de elementos fertilizántes es de 42 kg de N, 15 kg de P2O5 y 58 kg de K2O. 

Si tenemos en cuenta la pérdida de N por lavado y también, en otro sentido, los inconvenientes que puede tener un exceso de N de posible disminución de riqueza de la raíz y de pureza de los jugos, podemos llegar a la conclusión de que para una producción de 40 tm de raíz por ha se deben aplicar de 150 a 200 Ud de N. 

4.2.Abonados fosfórico y potásico. 

En cuanto al abonado fosfórico, parece que hay una amplia experimentación en Italia y otros países europeos, que han permitido afirmar que el fósforo es el elemento que más influye en la producción de remolacha. Como, además, la mayor parte de los terrenos tienen escasas proporciones de este elemento, especialmente en estado soluble, hemos de cuidar que las aplicaciones de fósforo no sean escasas. Lo expuesto y la alta retrogradación del fósforo nos inclinan a pensar que el abonado de este elemento no debe ser inferior a 150 ó 200 Ud de P2O5 por ha. 

Durante la campaña 1975-76 hemos ensayado distintas dosis de abonado potásico en Córdoba en una remolacha de secano y en otra de regadío, habiendo obtenido la mayor producción en regadío precisamente en los tratamientos carentes de potasio. En secano, la mayor producción se ha obtenido con 150 Ud de K2O, aunque aplicando el cálculo estadístico estos resultados tampoco han sido significativos. 

No se puede olvidar que el fósforo y el potasio deben ponerse al alcance de la raíz, ya que prácticamente no se mueven en el terreno, pues quedan fijados por las arcillas y coloides húmicos. Por ello, el fósforo y el potasio deben añadirse en el terreno antes de las labores profundas y no antes de las últimas labores superficiales. 

También es importante añadir fósforo y potasio con las máquinas sembradoras que llevan abonadoras adicionales, ya que, sobre todo en los terrenos accidentados, las plantas que se cultivan en líneas distanciadas se aprovechan mal del fósforo y el potasio. 

4.3.Oligoelementos. 

Entre los oligoelementos hemos de prestar atención especial al boro. De todos es conocido que el mal del corazón de la remolacha es originado por una insuficiencia de boro.

Hoy se emplean abonos compuestos, preparados para la remolacha con boro. Uno de estos compuestos es el 0-20-30-2B. También se emplea superfosfato de cal con boro. 

Algunas veces se han observado insuficiencias de magnesio en el cultivo remolachero.

Normalmente estas insuficiencias se observan en terrenos arenosos sujetos a fuertes arrastres de sales en profundidad, lo que ocurre cuando se emplean grandes cantidades de agua en el riego de pie. En estos casos aparecen síntomas parecidos a los de la amarillez. 

Si la carencia de algún oligoelemento aparece durante el cultivo, se deben pulverizar las hojas con un quelato de dicho oligoelemento. 

En la llanura del Po, en Italia, se ha comprobado aumento de riqueza y producción de sacarosa por ha con el empleo de azufre o de yeso. 

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