4.1.
  APORCADO
  
  
  Se
  lleva a cabo a los 15-20 días del trasplante cuando se pretende realizar un
  aporte de materia orgánica (estiércol, humus de lombriz) en terrenos
  enarenados, cubriendo la parte baja de la planta con arena para protegerla del
  contacto con la materia orgánica.
  
  
  4.2.
  PODA DE FORMACIÓN
  
  
  Se
  lleva a cabo para delimitar el número de tallos con los que se desarrollará
  la planta (normalmente 2, 3 ó 4) y es necesaria para conseguir mayor
  precocidad y mejor calidad, mejorando las condiciones de aireación y
  luminosidad de la planta.
  
  
  Después
  del aporcado, se eliminan los chupones y hojas que se desarrollan por debajo
  de la “cruz”. El número de brazos se elegirá en función del marco de
  plantación. Para la poda a cuatro brazos, habrá que dejar un tallo a cada
  brazo principal, a partir del cual brotará primero una flor, a continuación
  una hoja y de la axila de ésta, otro tallo, que se dejará hasta que aparezca
  la flor y se despuntará por la axila de la siguiente hoja, manteniendo esta
  última.
  
  
  4.3.
  TUTORADO
  
  
  Es
  una práctica imprescindible para evitar que los tallos se partan por el peso
  de los frutos, en las variedades erectas y que los frutos se deterioren, en el
  caso de variedades rastreras, aunque estas últimas actualmente están en
  desuso. Adicionalmente, mejora las condiciones de ventilación y luminosidad
  y, por tanto, la floración y el cuajado. Cada uno de los tallos dejados a
  partir de la poda de formación se sujeta al emparrillado con un hilo vertical
  que se va liando a la planta conforme va creciendo.
  
  
  4.4.
  DESHOJADO
  
  
  Es
  recomendable aclarar un poco la planta para favorecer la aireación, ya que
  las hojas son muy frondosas, eliminando algunas hojas del interior y las de la
  parte baja, así como aquellas senescentes o enfermas. Debe realizarse bajo
  condiciones de baja humedad ambiental y con plantas secas.
  4.5.
  ACLAREO DE FLORES Y FRUTOS
  
  
  En
  el ramillete floral sólo una de las 3-4 flores originará el fruto principal,
  por lo que conviene eliminar el resto.
  Es
  aconsejable realizar un aclareo de frutos malformados o dañados por plagas o
  enfermedades.
  
  
  4.6.
  POLINIZACIÓN Y CUAJADO DE FRUTOS 
  
  Bajo
  condiciones adecuadas de temperatura y humedad relativa, la polinización
  puede verse mejorada con la aplicación de un chorro de aire dirigido a la
  flor. Últimamente se están introduciendo los abejorros (Bombus terrestris),
  pero los resultados no son concluyentes.
  
  
  Cuando
  las condiciones ambientales son adversas se recurre a la utilización de
  fitorreguladores, que a las dosis indicadas no tienen por que alterar la
  calidad del fruto. Los más usados son: ANA amida 20 % + 4 CPA 0,75 % y ácido
  giberélico 0,5 % + FENOTIOL 1 %, aplicados a la flor, y ANA amida 1,2 % + ANA
  0,45 %, en aplicación al suelo.
  
  
  4.7.
  RECOLECCIÓN
  El
  fruto de berenjena debe recolectarse antes de que las semillas empiecen a
  engrosar, ya que los frutos con semillas amargan el paladar, no siendo
  necesario que el fruto haya alcanzado la madurez fisiológica. En el momento
  adecuado para su recolección el fruto presenta un aspecto brillante.
  Normalmente el tiempo que media entre dos recogidas consecutivas es de 5 a 10
  días, dependiendo de las condiciones ambientales.
  
  
Algunas normas básicas para la recolección son:
 
El
marco de plantación se establece en función del número de brazos a dejar en
la poda de formación, del ciclo de cultivo, del desarrollo de la variedad, del
tipo de invernadero, etc.
 
Los
marcos más usuales son: 2 m x 0,5 m (a cuatro tallos), 1,75 m x 0,5 m (a tres o
cuatro tallos), 1,5 m x 0,75 m (a cuatro tallos), 1,5 m x 0,5 m (a tres tallos)
y 1m x 0,5 m (a dos tallos).